Otra vez visitando esta ciudad por la que siento una gran pasión desde la primera vez que la visité.

Madrid siempre guarda algún local o rincón para descubrir.

Mi hospedaje en el hotel Hospes,  en Plaza de la Independencia 3, me permite moverme por el barrio Salamanca con total libertad, disfrutar de paseos por el Parque del Retiro o tomarme unas cañas en cualquier terraza de la zona.

En esta visita decidí darle una segunda oportunidad al restaurante Viridiana. La última vez que lo visité terminé con un sabor agridulce. Pero está claro que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad y no me arrepiento de volver a pasarme por allí y reconciliarme con su chef. Este restaurante es de visita obligada si vienen a Madrid; ya que es un clásico de la ciudad.

Para desayunar o hacer un brunch, el sitio ideal es el Cappuccino Grand Café Madrid. Decorado por el interiorista Jacques Grange, este ha creado una atmósfera elegante, con un estilo Art Deco de los años treinta que invita a relajarse mientras disfrutas de un delicioso café, de un desayuno continental o de un magnífico cóctel. Y, como si fuera poco, todo amenizado con su propia marca musical: Cappuccino Music (yo ya la tengo en Spotify)

La Calle Serrano es una de las ofertas de Madrid para ir de compras y pasear por ella es caminar entre el glamour, la elegancia y la sofisticación. Es una calle que se puede identificar perfectamente con la Quinta Avenida de Nueva York; aunque a mí me gusta mucho más Serrano.

Comprar, pasear y disfrutar por la Calle Serrano o, mejor dicho, por la Milla de Oro madrileña no puede pasar inadvertido si visitamos Madrid.

Aproveché mi paseo por esta calle para comprar un par de láminas de Nicholle Kobi, que se exponían en Clouds Gallery, Serrano 98.

Y, mi última noche, como no podía ser menos, me despedí con una cena en el Restaurante Ramses. Para la ocasión, elegí un vestido de French Connection, ¡que sienta de maravilla!

Con cariño,

Julia H,