
Hola chicas!
Después de dos meses de vacaciones bien merecidas empiezo de nuevo a escribir. La primera semana de septiembre me he dedicado a poner en orden todas las cosas de casa que surgen este mes: compras, matrículas, pagos pendientes… En fin, ya saben de qué va todo eso!
También me he puesto al día con la lectura de los blogs que sigo. La intención era relajarme e ir poco a poco cogiendo el ritmo para evitar el famoso síndrome postvacacional. Sin embargo, todos estaban llenos de recomendaciones, motivaciones y de llamadas a la acción para empezar esta etapa del año eliminando esos malos hábitos y costumbres que no nos dejan progresar y cumplir nuestras metas. Ufff…! Debo confesar que por un momento me sentí muuuuuuy estresada!
Es cierto que después de un tiempo de vacaciones uno carga pilas y tiene ganas de hacer un montón de cosas, pero a veces me pregunto si hace falta exigirnos tanto, como si no tuviéramos suficiente con ser simplemente mujeres, madres, trabajadoras, amas de casa y súper esposas. Pero esto qué es? En qué momento se nos ha ido esto de madre?
Y qué me dicen de los famosos retos? Reto sentadillas, reto cuerpo definido, reto batidos, reto rizos perfectos, reto, reto, reto!!!! Que agobio! Llego de vacaciones y ya tengo todas las redes sociales llenas de vídeos de ejercicios, dietas, desafíos y objetivos que supuestamente deberíamos cumplir.
Chicas….. Relajémonos. Claro que es evidente que a muchas les gusta tener cada minuto de su vida haciendo algo y si eso les hace feliz genial, pero desde aquí quiero reivindicar mas momentos contemplativos, mas ratos de relax. Ya está bien de tantos retos, dietas y esfuerzos por ser perfectas!
Yo, de momento, voy a pasar del cardio, de dietas, de cursos y de batidos! Me voy a dedicar al menos por un tiempo a ver pasar las horas libres sin preocuparme en absoluto de si tengo, o no, unos kilos de más!
Ah..! Sí tengo un reto! Recuperar el hábito sano de enfundarme en un jersey viejo, hundirme en el sofá y disfrutar de una copa de vino leyendo un buen libro!
